Juan Manuel Fernández Martínez: ´El modelo de partidos judiciales ha dado todo lo que tenía que dar´

26 de abril de 2014

"La Justicia tiene que seguir siendo próxima a los ciudadanos, no hacerla solo para los que viven en grandes poblaciones, por lo que se van a mantener oficinas judiciales en los otros núcleos". 


-¿Qué papel tiene el Consejo General del Poder Judicial en esta reforma?

Juan Manuel Fernández, en el Tribunal Superior de Xustiza.
-Emitirá un informe, que no es vinculante. La política judicial en España la establece el Parlamento y la iniciativa legislativa la tiene el Gobierno. Lo que hace es informar los proyectos que después van a ser planteados en el Parlamento. Acorde con la experiencia que nosotros tenemos, en cuanto a que después somos los jueces los que aplicamos las leyes.

-Se propone la desaparición del partido judicial de Betanzos, donde se estrenó como juez.

-Así es, en el año 1985, le tengo un gran cariño a Betanzos por muchos motivos y también profesionalmente porque allí empecé.

-Desde esa experiencia ¿cómo puede afectar a una ciudad como Betanzos esta reforma?

-La fórmula que se plantea en el anteproyecto es concentrar los efectivos judiciales en muy pocas sedes, con el objeto de optimizar recursos y evitar las disfunciones que se producen actualmente, ya sea en carga de trabajo, de unos juzgados que están muy agobiados y otros que tienen menor peso, y evitar que en juzgados de la misma categoría se den soluciones diferentes al mismo problema. Eso sí, conlleva la supresión de los actuales partidos judiciales. Lo que hay que tratar es de combinar esos beneficios que se buscan con que la justicia siga siendo próxima a los ciudadanos, no alejarla, no hacerla solo para los ciudadanos que viven en grandes poblaciones, que son sedes de los tribunales, de forma que lo que se va a mantener son oficinas judiciales en esos núcleos.

-Pero la obligación de desplazamiento de los vecinos vuelve a penalizar el acceso a la Justicia.

-Lo que no puede pasar es que, a efectos del servicio público de la Justicia, haya ciudadanos de primera y de segunda. Por eso digo que lo que está en el espíritu del anteproyecto, que tenemos que informar y aportar, es combinar esos factores para que la gente que viva en esos núcleos de población más pequeños tengan un fácil, rápido y cómodo acceso a una serie de oficinas más cercanas. El mantenimiento de la situación actual, con tantos partidos judiciales, es un modelo que ha dado todo lo que tenía que dar. Y las comunicaciones cambiaron mucho, se llega mucho antes a los sitios.

-¿Cree que es posible realizar la reforma sin la contestación de los municipios afectados?

-Hay que tener una absoluta sensibilidad, primero en la formulación definitiva del proyecto. Estamos en una fase inicial importante porque hay un proyecto elaborado pero que será enriquecido por las aportaciones que haga el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General, y los órganos constitucionales llamados a informar. Después espera un largo proceso parlamentario y esa sensibilidad habrá que tenerla presente en todo momento para evitar lo que digo, que haya ciudadanos e instituciones municipales que se sientan maltratados por el nuevo modelo. Y al mismo tiempo el establecer esas oficinas judiciales, aunque sea un modelo distinto, que garantice un sistema radial que permita que la presentación de una denuncia, de una demanda, se pueda hacer en sitios más próximos, que sin tener que ir a esas sedes centrales de ámbito provincial.

-En cuanto a A Coruña, donde se concentraría la actividad, la comunidad judicial demanda un aumento de medios.

-La reforma exige algo que no existe aún, el pleno desarrollo de las nuevas tecnologías. No existe aún un proceso que sea absolutamente telemático, que permita la presentación telemática de escritos y así culmine hasta el final. Es importantísimo porque se ganará en seguridad y agilidad, y se evitan los parones actuales. Punto segundo, se necesita un número de jueces suficiente adecuado para atender las cargas de trabajo. La concentración de efectivos en unas pocas sedes va a ayudar a permitir una distribución más racional de esa carga pero hay que ver que ese número sea suficiente. Y en tercer lugar, la existencia de esas sedes principales tiene que coordinarse con oficinas, que hagan la justicia muy próxima a los ciudadanos.


Publicado o 26/04/2014 en www.laopinioncoruna.es

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