Publicado en www.cuartopoder.es
El expresidente de Catalunya Banc, Adolf Todó. / Efe |
Hay decisiones que son un grave error y otras que son un delirio y, sin embargo, a veces, son inevitables. El premio gordo de esta semana ha correspondido a un juez de lo social de Barcelona que ha considerado improcedentes los despidos del ex presidente y del ex consejero delegado de Catalunya Banc, Adolf Todó y Jaume Masana, respectivamente, y ha condenado al Estado a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a indemnizarles con 600.000 euros a cada uno, ya que ambos cobraban en el momento del despido el máximo para ejecutivos de entidades intervenidas.
Afirma el polifacético artista Luis Eduardo Aute: “Es la necedad, no saber qué es el ser humano, la que nos ha llevado a este delirio de la economía que está en manos de terroristas financieros que tienen tanto dinero y tanto poder que quieren directamente comprar el mundo, aunque, para ello, tengan que arruinarlo antes”.
Y, probablemente no lo sepan, pero es que Todó, ese genio de las finanzas, se embolsó en cinco años 3,3 millones de euros, mientras la entidad que gestionaba perdía 13.154 millones. Todó fue nombrado en abril de 2008 primer ejecutivo de Caixa Catalunya (en la actualidad Catalunya Banc) con el fin de dar otro aire a la entidad. Realizó una de las primeras fusiones de cajas de ahorro de España y en octubre de 2010 el consejo de administración le ascendió a la presidencia ejecutiva, mientras su número dos, Jaume Masana era nombrado consejero delegado. Poco más de dos años después, en mayo de 2013, ambos eran despedidos de forma disciplinaria, sin derecho a indemnización, por su pésima gestión, considerada como una traición al banco y a sus intereses, y con la finalidad de protegerse personalmente. En la carta de despido se les acusaba de actuar con “deslealtad” para “provocar una situación interna insostenible que forzase al banco a decidir su salida indemnizada del mismo”
Narcis Serra y Adolf Todó. / Efe |
El caso es que Catalunya Banc cerró el ejercicio de 2012 con 11.819 millones de pérdidas y el FROB tuvo que inyectar 12.050 millones para sanearlo. Eso supone el mayor rescate de una entidad bancaria en proporción a su tamaño, incluso superior a Bankia.
Pero Todó y su segundo, según el FROB boicotearon dos intentos de venta de la entidad y, con “comentarios críticos”, “perjudicaron la imagen y reputación” de Catalunya Banc.
Sin embargo, el juez considera que el FROB no ha conseguido probar las razones alegadas del despido de Todó y Masana y ha obligado a su readmisión o a indemnizarles con el máximo previsto en sus contratos: dos anualidades, o sea, 600.000 euros cada uno.
El ministro de Economía ha anunciado que recurrirá la sentencia, que no es firme y la ciudadanía espera que esta vez hagan bien su trabajo. Porque la decisión del juez será legal, pero no es justa. ¡Qué agravio para todos los despedidos por la reforma laboral con 20 días por año!
Porque, como decía Benito Pérez Galdós, “Viendo a los hombres en ciertas ocasiones de delirio, no se puede menos de considerar a la hiena como un animal caritativo”.
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